sábado, 10 de noviembre de 2018

El niño acusete.. ¿Hasta dónde es el límite?

El niño acusete del aula.
Alguna vez en nuestras larga carrera docente nos hemos topado con un niño el cual es acusete y siempre está observando el comportamiento o al pendiente del error de sus compañeros para que inmediatamente se dirija a sus maestros a delatarlos.
¿Hasta qué punto es buena esta conducta?
Si bien es cierto es muy importante enseñar a nuestros niños a denunciar y expresar situaciones que perjudique su convivencia en la escuela.
Es también importante saber que existen límites, y convertirse en el delator del aula, o el agente de la CIA en clase únicamente está perjudicándose él mismo en las relaciones con sus compañeros. Pero, ¿Cuáles son las razones por las que un niño adopta está conducta?.
Mi experiencia me ha enseñado que existen varios aspectos: La primera la necesidad de aprobación y reconocimiento  que busca el niño ante la autoridad y la equivocada idea de que teniendo ese comportamiento logrará más cariño e inclusive exclusividad. La segunda, algunos niños tienen dificultades en solucionar situaciones comunes y sencillas  frente a sus pares y ello se refleja en sus habilidades sociales que les falta potenciar.
Otro aspecto es el patrón adquirido de casa, tema delicado pero cierto.
Cualquiera que sea el caso, es importante  hacerle ver al niño que su conducta no es adecuada y trabajar con ellos la empatía.
Pero el punto al que quiero llegar es que muchas veces somos los mismos docentes quienes fomentamos esta conducta. Formamos a un niño para que sea el informante de todo lo acontecido en el día. Muchas veces, este niño o niña es el delegado y quien tiene la mejor conducta. Conocí a una maestra que todos los días esperaba  en la puerta del aula y en la salida a el delegado quien como fiel agente del FBI rendía cuentas de todas las acciones de sus compañeros en clase. Obviamente la intención positiva y sana de ambas partes se justifica en el tema de corregir errores y poder tener un seguimiento del aula. Pero mi pregunta es ¿De quién es el trabajo?,¿Es necesario darle tamaña responsabilidad a un niño?, ¿ realmente estamos ayudando?. Pienso que no. No conseguimos nada al contrario estamos gestando un próximo y pronto rechazo hacia ese niño.
No caigamos pues en este accionar que perjudica a nuestros alumnos. Si es cierto tenemos que tener los ojos abiertos para una buena convivencia en el aula pero esa chamba no es de un niño es del maestro.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Profesor tecnológico.


Desde que inicié mi experiencia pedagógica en el mundo de la tecnología, puedo decir que mi perspectiva de aprendizaje tomó un cambio radical y para mejor. 
Mi experiencia como docente en el nivel primaria me permite poder vivir desde cerca el cambio de rol que los docentes vamos tomando dentro de un aula de clases, desde ser los centros de información a ser los mediadores del aprendizaje de nuestros alumnos. 
Soy maestra de educación primaria actualmente enseño en grados altos de  5to y 6to , pero mi experiencia va en todas los grados. Especializarse en un grado no delimita que puedas intervenir en los demás desde los más chiquitos hasta  aquellos que van ingresando a la adolescencia.Todos ellos, son nativos digitales y responden de una manera favorable a una enseñanza con recursos tecnológicos y a un maestro totalmente preparado para dirigirlos. 

La tecnología ha inundado nuestro mundo y nuestro día a día, ya no existen momentos en los que no recurramos a la tecnología para indagar algún tema en especial. Por ello, urge que los docentes nos innovemos y preparemos para ser  tecnológicos calificados. 
He pasado desde las acostumbradas lecturas, clases dirigidas centradas en el docente y siempre he creído que este tipo de aprendizaje no se daba por completo ya que los alumnos requerían de algo novedoso y motivador de acuerdo a sus características naturales de la cual han nacido y están inmersos. 

He de considerar que los docentes y aún muchos , temen ingresar a sus cátedras la tecnología por ausencia de conocimiento o temor al error frente a sus estudiantes. Es ahí, donde debemos romper paradigmas, y el docente se equivoca también. Para ello es necesario y he sido testigo de que hay quiénes intentan una y otra vez hasta lograr el dominio, como los que simplemente intentan una vez y no vuelven a repetirlo buscando justificaciones para no insertar tecnología en sus clases : Mis alumnos se distraen, no captan el objetivo que deseo, es muy difícil manejar el programa, no tengo tiempo en aprenderlo, la programación no me lo permite,el colegio no me capacita, ... entre otras muy creativas más , pero todas son simples justificaciones contaminadas de miedo y de inseguridad. 
Si nos tomáramos realmente en serio el papel que debemos cubrir en la actualidad, no existirían estas justificaciones. Un maestro innovador es aquel que constantemente busca la mejora de su enseñanza enfocado en el aprendizaje de su alumno y para ello no puede existir justificaciones en el medio, sino , estaríamos hablando de un docente que sólo hace el trabajo por un sueldo y no por vocación. 

Los docentes somos parte importante de la transformación tecnológica en nuestras cátedras, las herramientas y recursos tics están a nuestra disposición . Sólo tenemos que tomarlo como una ayuda importante y probar en clases así veremos los resultados positivos en el aprendizaje de nuestros alumnos. Es momento de hacerlo, aún estamos a tiempo.



El niño acusete.. ¿Hasta dónde es el límite?

El niño acusete del aula. Alguna vez en nuestras larga carrera docente nos hemos topado con un niño el cual es acusete y siempre está obser...